Sabemos que la separación y/o divorcio de nuestra pareja es una situación crítica que nos va a repercutir a todos y cada uno de los miembros de la familia, sobre todo a nuestros hijos. Sin embargo, debemos tener claro que, en la mayoría de ocasiones, es la mejor solución. No debemos mantener una relación de pareja sólo por “los niños”, pero los padres nos hallamos con la dificultad de encontrar el momento y la forma de decirle a unos niños que sus padres no van a vivir más juntos. Es por ello que os proponemos algunas medidas que pueden propiciar la adaptación inicial de los niños a la separación de sus padres:

–          Informarles juntos acerca de la decisión de separarse, presentándola como una decisión racional pero triste. Explicar en lenguaje simple y comprensible las razones que llevan a ello.

–          Tener previsto los cambios que se van a producir en la vida de los niños (quien deja el domicilio conyugal, cuando podrán verle, etc…) e informar de todo ello, resolviendo cuantas dudas pueda plantear.

–          Permitir y alentar que los niños expresen sus sentimientos, incluso si son de ira hacia la pareja, aceptándolos, manteniendo la calma y animándoles a analizarlos.

–          Mostrar una actitud de respeto mutuo evitando culpabilizar al otro progenitor, o transmitir a los niños la visión negativa que se tenga de él o de ella.

–          No pedir a los niños que tomen partido por uno u otro progenitor. Necesitan a ambos y por ello se mostrarán increíblemente leales a los dos.

–          Dejar claro que son los progenitores los que se separan y no desean vivir juntos sin que esto afecte al cariño que cada uno siente por sus hijos.

–          Nunca culpabilizarle de la decisión, ni permitir que ellos se autoculpabilicen: es una decisión de la pareja que tiene que ver con la vida en común, no con la relación con sus hijos.

Podemos señalar, a su vez, factores que facilitan la adaptación tras la separación:

–          Tomar la iniciativa de separarse.

–          Poder prevenir las posibles consecuencias de la separación.

–          Duración del matrimonio: cuanto más corto, menos problema de habituación a las rutinas.

–          Intentar que la relación postmarital sea buena, para que no afecte tanto a la autoestima y se reduzca la sensación de desamparo y soledad.

–          Sostener relaciones de amistad con personas que viven experiencias de divorcio o de soltería.

–          Buscar nuevos apegos.

–          Desplegar todos los recursos, tanto personales como económicos, que favorezcan la adaptación.

 

 

 

 

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